El verdadero amor no consiste en tratar de corregir a los otros, sino en alegrarse al ver que las cosas son mejores de lo que esperábamos.
febrero 22, 2010
junio 05, 2009
Hace cosa de un mes, fui a la feria del libro y compré una lámina de papel reciclado con la imagen de Julio Cortázar y una frase: “Nada está perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo esta perdido y que hay que empezar de nuevo”. Realmente no entendía bien el significa de la frase hasta que hoy viernes, el primer viernes del mes de Junio me doy cuenta de lo que quiere decir.
Tengo por costumbre pensar que cuando me pasa algo bueno, después me tiene que pasar algo malo, porque mi felicidad no dura tanto tiempo, nunca lo hizo, además hay que equilibrar los tantos. Pero después de la entrada anterior, fue martes, y fue un martes que no me gustaría olvidarme, al menos por un tiempo.
Soy muy orgullosa para admitir y asumir que una persona me devolvió la credibilidad, pero voy a decir que esa persona me hizo ver que lo que pensaba que no existía todavía existe, por esa razón, puedo decir que hoy no me exalto de alegría, pero estoy estable.
No todo era tan improbable como pensaba, sino que cuando uno menos piensa en que las cosas van a suceder, tan solo suceden.
Una vez Laura, mi psicóloga, me dijo que hay una frase que la hacia acordarse de mí: "la incredulidad resiste más que la fe, porque se sustenta de los sentidos". Tiene razón, porque no creo que nada sea absolutamente seguro y eso la mayoría de las veces me perjudica, porque no CREO. Tengo que cambiar eso, tengo que tener fe en algo, o en alguien.
written by Recóndita manera de vivir
marzo 06, 2009
The Reason Why
Llegué y estacioné el auto. Las nubes cargadas y la brisa del río, me daban un mensaje: no faltaba poco para la lluvia. Me di vuelta, me bajé del auto, y cuando empecé a caminar, me cruzé con personas de nacionalidades diferentes, autos, colectivos, micros, chicos en guardapolvos, casas de colores, calles sin veredas, y yo entre esa multitud. Me apuré, llegaba tarde a mi entrevista, caminé una subida, y doblé a la izquiera, y después seguí derecho y doble a la derecha de nuevo, encontré la dirección, y entré. El aroma a cuero fresco no es de los que más me gustan, pero intenté distraerme con algunas carteras, y zapatos mientras me atendían; Mirtha no había llegado, salí del local, y dí varias vueltas, entré en galerias de arte, casas de recuerdos, miles, y terminé sentada bajo una sombrilla comiendo pizza hasta que Mirtha regresara. Al ser las 13.30, hora que anuncié mi regreso al local, Mirtha no había regresado, pero creo que fue una de las mejores cosas que me pasó, lo vi a él.
Tenía mezcla de una persona trabajadora, con aire semental, y al mismo tiempo esa cara de abuelo, papá, que podía sacar mi lado más sensible a la luz. Estaba cortando cuero, tenía moldes de diversos tamaños, una trincheta, y su cuerpo flaco parecía tener mucha fuerza. Me acerqué a hablarle, mis ojos se llenaron de lágrimas, me emocionaba saber que estaba tan cerca y que en un futuro podría contar con miles de personas como él en mis talleres. Fueron 30 minutos de una charla que me volvió a dar la confianza que necesitaba, me habló de la vida, de los modelitas, de las escuelas, la universidad, los profesores, los costureros, las empresas, en fin, era una charla tan rica, que mi cuerpo estaba inquieto y la adrenalina subía cada vez más. Razonando hoy, no sé como se llamaba, ni que hora era, ni por qué me dijo todo eso, pero este Señor me dio una parte de mi vida que estaba ausente hacía ya casi un año, este señor que desde 1972 se dedica al corte de prendas, me devolvió mis ganas de volver a sentir lo que alguna vez sentí que quería hacer el resto de mi vida. Mirtha, no sé que pasó con Mirtha, pero encontré en ese recóndito lugar lo que había olvidado.
Volver a recordar la razón, es lo primordial. Mi razón está intacta, siempre lo estuvo, pero yo la había olvidado.
written by Recóndita manera de vivir
febrero 12, 2009
septiembre 30, 2008
septiembre 25, 2008
Amo mis días.
Amo hacer cosas.
Amo proyectarlo todo hasta cansarme.
Amo pensar en que voy a ser demasiado exitosa.
Amo ser tan egocentrica para mi misma.
Amo confiar en mí.
Amo tantas cosas de mí (aveces).
Amo estos días donde creo que todo es positivo.
Hay días que exagero mi "amor" por la palabra "amo". (valga la redundancia por favor!)
Soy tan cambiante, me puedo estar cayendo de dolor un día, y estar saltando de alegría al otro, creo que es lo más me caracteriza, los cambios de humores repentinos.
written by Recóndita manera de vivir