Tengo por costumbre nunca darme por vencida, pero creo que aclarando las cosas, no me conviene aveces seguir dandome la cabeza contra la pared, porque un día la voy a romper.
Más allá de que haya pisoteado mi orgullo repetidas veces, por otro lado el orgullo volvió de nuevo y lo llevo bien puesto, no siempre dar a conocer lo que sentimos es lastimar nuestro orgullo, sino que aveces hay que decirle que se vaya a ver si llueve para poder exteriorizarnos. Tal vez hoy no tenga todo lo que me propuse, o mejor dicho lo que mi corazón sintió que tenía que tener, pero de algo que sí estoy segura es de que no tengo ningun sentimiento guardado, de esos que te aprisionan el corazón y no te dejan respirar hasta que llorás. Por eso, sé que tengo el alma limpia y puedo dormir en paz, porque si algun día te vuelvo a ver te voy a poder mirar a los ojos como no pude hacerlo hasta ayer.