Recordar cada segundo me estremece. Es un pequeño juego interior: yo pienso cada detalle de cada instante durante aquellas dos horas y soy capaz de sentir la más dulce de las cosquillas. Estaba segura de que cualquier intromisión de la razón arruinaría todo: cualquier palabra ó gesto al respecto jamás podría alcanzar el placer que me producía las imágenes en mi mente.
El pensamiento superaba a la realidad, porque yo podía alterar los tiempos y eso hacia que mi cabeza se perdiera durante lapsos indeterminados.
Meat is murder on the planet
Hace 12 años.
1 comentario:
como siempre, amo tus textos.. hermosos ñ_ñ
te quiero!
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