junio 22, 2005

te dí todo el poder,
y todavía fingís reirte de mi.
nunca tuve todo tu amor,
pero me arriesgué a darte el mio,
solo por placer.
placer, placer....
todo es tanto, y nada al mismo tiempo,
la nada del tanto, es tan insignificante,
que no encuentro palabras para hacerte saber
lo tanto que me dolió saberlo.

Siempre miro por los muros,
quizá encuentre la marca de tu mano,
o la de mi cuerpo...
¿ opaco o translúcido ?
como adivinarlo,
si ya no existe,
si ya no comete errores,
ni hace el bien,
sólo está,
inmóvil, modesto, irreversible, sobre aquella almohada.

No me señales,
el error fue enorme,
pero no me arrepiento de haberte dado el poder,
porque así pudiste lastimarme,
y viste el azul de mi sangre,
derramarse sobre aquel tapiz nuevo que compramos.

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