hace las cosas pequeñas,
no las hace romperse,
pero siempre terminan en el piso en añicos.
- no dejes que las rompan - le imploré a su realeza.
nuevamente; lúgubre, como siempre te veías,
dejaste el manto, los zapatos, y ese peculiar montaje que te caracterizaba, diste una vuelta, me miraste, guiñaste tu ojo, y volviste a subir.
- ¿ por qué ? - pregunté sin remediarme.
y esperé que volvieses... aunque sin tu vestimenta sería inútil esperarlo,
pero sino, ¿ cuál era mi razón ?
Meat is murder on the planet
Hace 13 años.
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