Lo que más me molesta, no es que me dejen afuera por ser como soy, sino que lo hagan porque no sigo un estereotipo definido, y tenga la obligación de ser como son ellos.
Es así, cada vez que tengo que ir a comprarme ropa, nunca hay lo que me gusta, ya sea por un ideal que mantengo sobre "qué es lo que me quiero comprar" o por una simple diferencia de cintura-cadera que tengo con el maniquí.
Los talles son verdaderamente deformes, y no quiero exagerar, una persona que tiene una cadera de más de 95 cm, no puedo tener muslos de 90 o menos, es totalmente ilógico en mi mundo, pero parece que las personas que confeccionan los talles, que los inspeccionan y las que los diseñan, atentan directamente hacia las cabezas de chicas (no es mi caso) que se deprimen facilmente y que no tiene la fortaleza para luchar con Multinacionales
que trabajan por un estereotipo que son, justamente, el talle maniquí que ni siquiera es 90-60-90.
En fin, lo único totalmente positivo que voy a sacar de esta situación, es que aprendí a coser, y que puedo hacer mis prendas por mi misma, y que no dependo de nadie que marque la tendencia.
Y sí, si alguna vez fui cerrada, cada día lo soy más, no quiero pertenecer a una sociedad que me obliga a hacer y usar cosas que no quiero, y menos a un sistema que pretende que me estereotipice.
Jamás.
Meat is murder on the planet
Hace 13 años.
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