febrero 03, 2008

Hoy estubimos juntos, fue algo inusual, ya que hacía tiempo no te veía.
Me gusta que con vos pueda hablar de todo, además, después de un rato, somos vos y yo, y una tempestad alrededor que toma forma de un vientito que corre por mis oídos, y me deja escucharte, y se hace un túnel con mucha luz, donde puedo ver todas las letras de las palabras que me decís, una a una, con la delicadeza que derrama tu voz.
Entonces, te sentaste a mi lado, tenías una camisa rosa, con un bolsillo que estaba descocido, y en la mitad de una conversación, la cual vos llevabas las riendas, yo simplemente dejé salir de mi boca un "después te coso el bolsillito", y me sonreíste.
Es tan lindo saber que podemos estar horas, y horas sentados uno al lado del otro.
Y después, me tomaste el cuello, y me besaste muy suave en la mejilla, hasta podría decir timidamente; sabías que todo era tuyo, el momento, las palabras, el tema, vos y yo, pero te limitaste a un gesto tan pequeño, que me estremeció, y me enrojecí, y así estuvimos hablando un rato más.

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