junio 30, 2010

Me gustan los lujos, los bolsos de diseñador, tomar martini, pero sé bien de donde vengo. Si alguna vez tuviese que volver a mis origenes no lo dudaría un minuto. Pagaría lo que fuese por volver a tener otra vez cinco años, no porque me arrepienta de mis zapatos caros, sino porque me harían recordar ese anhelo por tenerlos, ese deseo de saber lo que uno quiere. Las cosas nunca fueron fáciles para mí, pero aún todavía sé donde quiero ir, y no me marean los lujos, me marea la ambición de llegar a donde quiero, y justamente no es un lugar material el que me espera.